Medición sin contacto para seguridad y longevidad
Debido a su característica de medición sin contacto, el sensor ultrasónico de agua tiene un punto único de venta: una seguridad incomparable y una larga vida útil. Dado que el sensor nunca entra realmente en contacto con el agua, supera los riesgos de contaminación y desgaste asociados a sensores tradicionales de flotador o mecánicos. Además, los usuarios pueden mejorar aún más los estándares de seguridad cubriendo toda la sonda con una capa de agua. Asimismo, el sensor no solo evita posibles daños a sí mismo por contacto físico y prolonga su vida, sino que también reduce mantenimientos innecesarios causados por el desgaste de las piezas. Como resultado, esa mayor durabilidad reduce los costos generales, disminuye los gastos de mantenimiento y aporta una mayor confiabilidad cuando más se necesita, factores críticos que toda empresa debe considerar si quiere ser operativa.