El sensor de proximidad inductivo tiene varias características que serían muy útiles para la mayoría de los lectores que están leyendo esta publicación. Por un lado, significa que no hay desgaste de los sensores: nada los toca en absoluto (lo que ayuda a que nuestros productos duren mucho más que otros dispositivos de detección y, en muchos casos, más de 40 años) sin mantenimiento. Toda la fiabilidad absoluta que puedas comprar, con lo que podría ser una vida útil que parece casi eterna y una estructura lo suficientemente fuerte como para funcionar incluso en los entornos industriales más duros, convirtiéndolo en la versión más confiable para una detección precisa e inmediata. El sensor es igualmente universal y puede procesar varios materiales objetivo, lo que lo hace sencillo de integrar en diferentes sistemas. El resultado final son tiempos de ejecución más rápidos, menos tiempo de inactividad y un costo total menor para sus clientes, así que sí, parece que el pequeño sensor de proximidad inductivo gana frente a otra herramienta que no es una opción... después de todo :)