Diseño robusto
Así, diseñado para durabilidad, el sensor fotoeléctrico tiene una estructura que puede sobrevivir incluso en los entornos industriales más duros. Da igual si está expuesto a duchas de suciedad o arena a altas temperaturas, vibraciones, golpes y polvo; siempre mantendrá la consistencia en sus capacidades de detección. Sin embargo, esta robustez es particularmente importante para las industrias que operan en condiciones adversas; no solo significa una producción continua de su producto, sino que también elimina los frecuentes trabajos de reemplazo y el consiguiente tiempo de inactividad. Períodos de funcionamiento más largos del sensor significan menos gastos de mantenimiento para los clientes y una mayor rentabilidad de la inversión.